El Cádiz CF dispone de una magnífica oportunidad esta jornada ante el Deportivo de la Coruña de encadenar cuatro partidos consecutivos sin perder. Serían, por otro lado, tres victorias consecutivas en casa, lo que supondría una dosis de moral y confianza tremenda para los hombres de Paco López. El técnico valenciano se muestra optimista con el juego que ha mostrado su equipo en los últimos encuentros y afirma que el objetivo colectivo es «estar entre los mejores equipos de la liga».
Un encuentro especial por un nombre en concreto. Un nombre que suena por encima del resto de cara a este choque. Un futbolista que ha vestido la camiseta de ambos equipos y que ha dejado buen recuerdo en la memoria de sus aficionados. No es otro que Lucas Pérez. El ariete gallego regresa mañana al Nuevo Mirandilla tras su controversial salida hace dos temporadas en el mercado invernal. Una operación que dio la vuelta al mundo y que se catalogó como «El Caso Lucas». Una historia de amor futbolístico pocas veces vista en el fútbol profesional.
Partido especial para Lucas Pérez
El delantero de Monelos atendió a los micrófonos de Radio Marca Coruña y aclaró que, en caso de marcar ante el Cádiz, no lo celebraría . «Nunca lo celebraré, el respeto y el cariño siempre está por encima de todo. Me da igual que pueda sentirme más identificado con el Cádiz que con otros clubes en los que he estado, me han enseñado respeto y eso lo llevo».
Lucas Pérez nunca ocultó su gran relación con Manuel Vizcaíno, presidente del Cádiz CF. Cuando se produjo su salida, el capitán del Deportivo agradeció enormemente el respeto y la aceptación de la entidad amarilla a la hora de comprender su decisión. «Aún no he hablado con el Presidente, le escribiré mañana porque no quiero decirle que voy a marcar gol. Después del partido le veré y le daré un abrazo muy grande a él y a todos», señalaba Lucas entre risas.
El punta gallego finalizaba explicando que sus propios compañeros le han gastado bromas durante la semana sobre un posible recibimiento hostil del Nuevo Mirandilla. «Los compañeros me decían `a ver cómo te pican en el Mirandilla´, pero me tomo bien el que se metan conmigo. Es algo especial».